China publicó una serie de indicadores económicos decepcionantes

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China publicó esta semana una serie de indicadores económicos decepcionantes, y su primer ministro Wen Jiabao reconoció que el impacto de las turbulencias mundiales en la economía china es "peor de lo previsto".


Este jueves, las cifras de la producción industrial confirmaron la ralentización de la actividad económica en un país que hasta el año pasado rozaba el "recalentamiento", con un crecimiento a dos dígitos (11,4% en 2007).


Con un alza de 8,2% interanual en octubre, frente al 11,4% de setiembre, la subida de la producción industrial es la más débil en siete años.


Pese a que el aumento de la producción industrial era aún de 16,3% al final del segundo trimestre, éste "ha caído más bruscamente que durante la crisis financiera asiática, hace una década", alertó el economista del banco Citi Ken Peng.


"La menor demanda de los mercados desarrollados, la importante apreciación del yuan y el aumento de los costes de producción han jugado contra los productores chinos. Aún esperamos tiempos difíciles para el sector industrial orientado a la exportación", comentó Morgan Stanley. Además, la ralentización no ha dejado a salvo a ningún sector, incluido el de la producción de electricidad.


Poco antes, el miércoles, las autoridades anunciaron que las ventas al por menor crecieron en octubre un 22% interanual, un 1,2% menos que en los dos meses anteriores. Los precios de la vivienda se estancaron o incluso retrocedieron, y tanto las exportaciones como las importaciones se desaceleraron.


Las inversiones directas extranjeras en el país pierden también vigor. Entre enero y octubre aumentaron un 35%, frente a cerca de 40% en los nueve primeros meses del año.


Estos indicadores decepcionantes llegan tras un tercer trimestre en el que el crecimiento se quedó en un 9%, su nivel más bajo en cinco años.


El gobierno parece sorprendido por la amplitud del fenómeno. Citado el jueves por la prensa local, el primer ministro chino afirmó que el impacto de la crisis financiera mundial en su país es "peor de lo previsto".


Es el primer comentario que hace Wen sobre la crisis y sus consecuencias en China, desde que el gobierno publicó el domingo un plan masivo de estímulo económico.


Pekín anunció que 4 billones de yuanes (US$ 586.000 millones, 455.000 millones de euros) serán invertidos en los dos próximos años en una serie de proyectos que pretenden estimular la demanda interna, para compensar así la menor demanda de los países desarrollados, para los que la OCDE prevé una recesión del orden del 0,3% del PBI en 2009.


Los economistas tienen muchas esperanzas puestas en el plan, pese a que en parte supone, simplemente, una aceleración de inversiones previstas desde hace tiempo. Sin embargo, se preguntan si los primeros efectos positivos se harán sentir rápidamente.


"El paquete de medidas destinado a dinamizar la economía, según la forma en que sea aplicado, estimulará la demanda y permitirá a la economía seguir creciendo a un buen ritmo, superior al 8%", estima Wang Qian, una economista de JP Morgan en Hong Kong.


"A corto plazo el crecimiento de la producción industrial podría ralentizarse aún más, ya que hará falta un cierto tiempo antes de que se noten los efectos del paquete de medidas", advirtió Yu Song, de Goldman Sachs. Para Benny Lui, economista de Core Pacific Yamaichia en Hong Kong, lo que se está perfilando actualmente es "el riesgo de un aterrizaje difícil" de la economía china.


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