Modelo desde los 14 años, la primera vez que Karen Martínez Insignares apareció en televisión fue en un comercial de una gaseosa que grabó Carlos Vives en Cartagena. Salió en una fugaz toma y de la emoción que tenía no le pagaron porque se le olvidó cobrar. Vendrían más comerciales, hizo cerca de treinta, más tarde la veríamos en el seriado Padres e hijos, luego como presentadora de Alta Tensión, y tiempo después como Diana Mackenzie en la telenovela Amor a mil.
Antes de eso la cartagenera estudió cinco semestres de odontología y fue reina, representó por decreto a su región en el Concurso Nacional de la Belleza en 1999. Aunque fue una de las favoritas, no quedó entre las cinco finalistas, quizá, recuerda, porque no tenía actitud de reina. Eso le sirvió precisamente para que el periodista y director de cine Ernesto McCausland le echara el ojo y le propusiera ser la protagonista de la película Siniestro.
"Tomé la decisión de contratarla, así antes no hubiera actuado, por un detalle: durante el desfile en traje de baño en el Hilton de Cartagena rompió el protocolo 'real' y le sacó la lengua a una amiga. Fue una actitud de provocación pícara que me confirmó su naturalidad", cuenta el periodista.
Y es que Karen no es mujer a la que le guste pasar por glamorosa y no asume falsas poses. Es más, en su vida cotidiana de vez en cuando pasa por torpe, hasta Juanes la molesta con eso, pues se vive tropezando o estrellando con todo.
Así le sucedió la segunda vez que lo vio. Había sido invitada junto con las otras modelos al desconectado que él haría para R.T.I. y al entrar al estudio resbaló y por poco se cae. El cantante paisa interrumpió su canción y sólo atinó a decir: 'Uy! Pero miren quién llegó...' Ella fresca, como de costumbre, se reincorporó, disimulando su alegría por que la había saludado delante de todo el mundo.
Antes de eso la cartagenera estudió cinco semestres de odontología y fue reina, representó por decreto a su región en el Concurso Nacional de la Belleza en 1999. Aunque fue una de las favoritas, no quedó entre las cinco finalistas, quizá, recuerda, porque no tenía actitud de reina. Eso le sirvió precisamente para que el periodista y director de cine Ernesto McCausland le echara el ojo y le propusiera ser la protagonista de la película Siniestro.
"Tomé la decisión de contratarla, así antes no hubiera actuado, por un detalle: durante el desfile en traje de baño en el Hilton de Cartagena rompió el protocolo 'real' y le sacó la lengua a una amiga. Fue una actitud de provocación pícara que me confirmó su naturalidad", cuenta el periodista.
Y es que Karen no es mujer a la que le guste pasar por glamorosa y no asume falsas poses. Es más, en su vida cotidiana de vez en cuando pasa por torpe, hasta Juanes la molesta con eso, pues se vive tropezando o estrellando con todo.
Así le sucedió la segunda vez que lo vio. Había sido invitada junto con las otras modelos al desconectado que él haría para R.T.I. y al entrar al estudio resbaló y por poco se cae. El cantante paisa interrumpió su canción y sólo atinó a decir: 'Uy! Pero miren quién llegó...' Ella fresca, como de costumbre, se reincorporó, disimulando su alegría por que la había saludado delante de todo el mundo.
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