Las economías mundiales dan el martes nuevas señales de angustia

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Las economías mundiales daban el martes nuevas señales de angustia y General Motors, en el pasado un símbolo del poderío corporativo en Estados Unidos, se vio obligado a salir en búsqueda de ayuda gubernamental, sumiendo a las bolsas otra vez en la penumbra.


La tendencia bajista, que se extendió desde Asia hacia Europa, tuvo lugar tras otro día de sombríos desarrollos en Estados Unidos, la mayor economía mundial, socavando la esperanza de que una acción coordinada de varios gobiernos pueda impedir que se agrave la desaceleración económica mundial.


Los mercados europeos, que subieron el lunes en respuesta a un gigantesco paquete de estímulo económico en China, evolucionaban según un modelo de alta volatilidad que ha marcado a las bolsas durante muchas semanas, y el martes volvían a caer bajo el peso de malas noticias corporativas.


Hacia las 11H50 GMT, la Bolsa de Fráncfort retrocedía un 2,32%, la de Londres un 2,17%, y París caía un 2,56%. La Bolsa de Madrid bajaba un 2,77%.


Las bolsas rusas también cayeron fuertemente al inicio de los intercambios y las cotizaciones de uno de los dos mercados, el Micex, fueron suspendidas.


El euro caía frente al dólar y el yen en los intercambios asiáticos, antes de la divulgación de un sondeo sobre la confianza de las empresas en Alemania, que según analistas profundizará el clima sombrío en Europa.


Fannie Mae, el gigante de la refinanciación hipotecaria en Estados Unidos rescatado por el gobierno este año, anunció el lunes una pérdida de US$ 29.000 millones. Washington elevó a su vez su rescate del gigante de los seguros AIG a más de US$ 150.000 millones.


Los últimas malas noticias desataron más caídas en las bolsas de Asia, que además fueron influidas por la baja de Wall Street el lunes. La Bolsa de Tokio perdió 3% y la de Hong Kong un 4,8%. Las bolsas de Shanghái y Taipei también retrocedieron.


Otras informaciones sobre las dificultades que enfrentan varias empresas en todo el mundo contribuyeron al pesimismo generalizado.


En Tokio, un sondeo indicó que las bancarrotas de empresas en Japón subieron un 13,4% en relación a un año atrás e implicó a 1.429 compañías en octubre, su máximo nivel este año.


En Estados Unidos, el presidente de General Motors, Rick Wagoner, dijo que su compañía necesitará ayuda estatal antes de que el presidente electo Barack Obama llegue a la Casa Blanca el 20 de enero.


En declaraciones a la publicación Automotive News, Wagoner sostuvo que es necesario actuar rápidamente y destacó que toda la industria automovilística estadounidense sufre agudamente la crisis.


Según el diario The New York Times, Obama pidió al presidente George W. Bush ayuda inmediata para la industria automovilística durante una reunión en la Casa Blanca el lunes.


De su lado, la empresa estadounidense de venta de aparatos electrónicos Circuit City anunció el lunes que se acogió a la protección de la ley de bancarrotas y obtuvo una línea de crédito de emergencia de US4 1.100 millones para enfrentar un fuerte declive en sus ventas.


Una semana después de anunciar que cerrará 155 de sus tiendas y adoptará otras medidas de reestructuración para luchar contra la contracción del crédito, Circuit City se convirtió en el primer gran minorista estadounidense en solicitar la protección de la ley de quiebras desde que comenzó la crisis.


El proveedor de equipamiento de telecomunicaciones canadiense Nortel Networks anunció una pérdida de US$ 3.400 millones en el tercer trimestre y 1.300 supresiones de empleos.


Hubo también buenas noticias aisladas. China anunció el martes un superávit comercial récord de US4 35.200 millones en octubre, el mayor nivel en un mes, debido al alza de las exportaciones.


El gobierno chino también indicó que su plan de estímulo económico por US$ 586.000 millones (unos 486.000 millones de euros) es la mejor manera de ayudar a la comunidad internacional a enfrentar la crisis, pero declinó especificar si reducirá las contribuciones de China a los esfuerzos de rescate mundiales que pudieran ser acordados.


Los líderes del G20 de las mayores economías desarrolladas y emergentes se reunirán el sábado en Washington en una cumbre destinada a restaurar la confianza y la estabilidad en los mercados, y a diseñar una reforma del sistema financiero mundial.


Funcionarios estadounidenses indicaron que la cumbre resultará en un "plan de acción" que incluye pasos a corto plazo para ayudar a la economía mundial. Países como Francia presionan para que la cumbre adopte medidas concretas.

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