La hermosísima Praia da Pipa es difícil de describir con palabras, una vez dentro de ella la magia se hace dueña de tu cuerpo y las emociones empiezan a invadir tu corazón.
Ubicada en el nordeste brasileño, a 80 km al sur de Natal, este colorido pueblo de pescadores empezó a crecer turísticamente diez años atrás con los primeros extranjeros que pisaron sus playas en busca de tranquilidad y quedaron enganchadísimos con la bondad natural de esta región.
Así se las empezaron a rebuscar para que ese lugar sea tambien un modo de vida para rediseñar sus rutinas y romper con las agobiantes urbes de cemento. Italianos, portugueses y argentinos vieron en Pipa una manera de rehacer sus días y le encontraron la vuelta con ideas creativas para transformarse en los dueños de la mayor parte de las posadas, restaurantes y bares con los que cuenta este edén de la naturaleza en la actualidad.
Llegada Camino a Pipa desde Natal, donde los aviones y omnibus hacen su desembarco, la sensación de sorpresa se va agigantando a medida que avanzamos sacando la cabeza por la ventana para no perdernos nada del camino hacia esta paradisíaca playa. Nos acercamos a destino, a través del poblado de Tibau do Sul y empezamos a vislumbrar la majestuosa vista de las palmeras con el fondo celeste del mar, indicándonos que ya estamos llegando a Pipa, que falta poco, que la función está por comenzar.
De pronto encontramos una pintoresca calle de adoquines, bordeadas por palmeras, posadas, puestos de artesanía, restaurants, bares y negocios transitadas por relajados y distendidos extranjeros, surfers, mujeres sonrientes, artesanos y nativos convirtiéndose en los actores de la escena.
Sus playasPipa cuenta con una división de sus playas a raíz de las rocas que conforman el límite separador entre ellas nominado por el hombre. A todas se accede caminando por la arena y también hay combis diarias y numerosas que nos acercan a la que nosotros elijamos, sea Praia do Madeiro, Bahia dos Golphinos, Praia Central, Praia do Amor hasta llegar a Praia das Minas cada una con sus singulares características. Praia do Madeiro es una de las primeras playas al arribar a Pipa, queda en una bajada por escalera de madera de la voluptuosa Pousada Village. Se caracteriza por la abundante y verde vegetación y por su larga senda.
Una vez allí podemos nadar en sus aguas, hacernos unos masajes por especialistas, alquilar alguna tabla de surf y disfrutar a pleno de su abundante naturaleza. En noviembre nos podemos topar con tortugas marinas de gran magnitud.
La “Bahía dos golphinos” nos permite zambullirnos a nadar junto a delfines que realizan su espectáculo personal al mostrarnos los maravillosos saltos armoniosos que realizan para desaparecer nuevamente en el mar. La bahía constituye un área de protección ecológica y es por ello que no están permitidos las instalaciones de bares en dicho sector lo que le da un aire natural y tranquilo por sobre las demás. El mar en la Bahia dos golphinos es más calmo pero también apto para la práctica de surf.
La playa del centro es en la cual se concentra el mayor número de gente, con sombrillas y mesas que invitan a tomar una cerveza “gelada” y una suculenta comida pedida en los restaurantes con vista al mar que la configuran. Si lo que se busca es tranquilidad es preferible moverse a otras playas. “Praia do Amor” es la playa elegida por los surfistas ya que sus olas son las de mayor fuerza y más grandes de Pipa, en ella hay tres bares hechos de troncos y colores psicodélicos que cuentan con reposeras y excelente atención para degustar cómodamente de un trago bajo la sombra de las palmeras haciéndose ideal para compartir en pareja. Desde el Chapadao se puede vislumbrar a Pipa en todo su esplendor, gracias a su altura podemos sacar maravillosas fotos y ver el inmenso mar y el amanecer.
Praia das Minas tiene acceso directo y es la mas extensa de la region. Las tortugas marinas eligen el lugar para desovar en determinada época del año. El viento del sudoeste hace que sea uno de los mares mas puros del mundo aunque es medio peligroso debido al oleaje. Es ideal para la privacidad y para el amante del caminar.NocheLa movida nocturna pipense es muy fuerte. Todas las noches los bares y las discos abren sus puertas para ofrecer distintas ofertas. Imperdibles son los martes de reggae en el resto-bar Casa Babylon, cuyos dueños argentinos, Moreno y Federico, brindan al público el placer de ver una banda de reggae en vivo colmándose de gente que baila hasta el amanecer. Asimismo, el lugar ofrece la mejor pizza de la región.El Grand Café, ubicado en la calle central, es el punto de encuentro nocturno y la previa para encaminarse a las discotecas. Pipa cuenta con dos discos, la boite grande y una mas pequeña. En la primera la música electrónica es la dueña de la escena, mientras que en la segunda el forró local, baile caracteristico de esta zona de Brasil, se hace presente para que movamos nuestros cuerpos al compás de su son.En Praia de Amor se realizan fiestas con un fondo de luna, mar y palmeras bajo la magia de la música de los djs locales. Absolutamente imperdibles.
En el Garagem, bar con forma de barco ubicado sobre la playa, se pueden observar peliculas y conciertos gracias a su enorme pantalla. Es el lugar romántico por excelencia para compartir una cena en pareja. Los restaurants ofrecen comidas variadas; desde pescados de todo tipo hasta comidas exóticas de distintas partes del mundo, acompañados con decoraciones rústicas, muchas velas y musica ambient acorde a la tranquilidad del lugar.PosadasLa mayoría de las “pousadas” sitas en Pipa cuentan con instalaciones muy importantes con variedades de dormitorios y piscinas.
Se pueden encontrar precios módicos hasta de mayor valor dependiendo de la ubicación y las comodidades que estas ofrecen.Sólo es cuestión de tomar envión y adentrarse en la aventura pipense. Una experiencia verdaderamente reveladora que vale la pena vivirla con todo para hacer de la conexión entre la naturaleza y el cuerpo un híbrido de sensaciones formidables.
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