El demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, se enfrentarán el viernes en la pantalla chica

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Los aspirantes a la Casa Blanca, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, se enfrentarán el viernes en el primero de sus tres debates televisados, y ya tuvieron ocasión de mostrar su estilo durante sus respectivas primarias partidarias.


Teniendo en cuenta su desempeño, el debate podría darse sin piedad. Obama tiene la ventaja del número. Participó en 21 debates televisados, seis de los cuales, a veces tensos, frente a su rival demócrata Hillary Clinton. McCain participó en 16 debates públicos durante las primarias, pero nunca cara a cara con un rival específico.


Los dos hombres se cruzaron en una misma tribuna el 16 de agosto, en ocasión de un debate sobre la fe, pero fueron interrogados por separado y no compartieron el escenario.


El senador por Arizona se mostró más directo en sus respuestas, respondiendo por un "no" categórico a la pregunta de si era favorable al derecho al aborto, mientras que Obama se mostró más ambiguo.


Los dos candidatos no dudaron en exponerse. El senador demócrata se arrepintió por haber dado prueba de "egoísmo" durante su adolescencia, lo que lo llevó a "fumar (marihuana)" y beber (alcohol)". Su colega republicano se mortificó de haber "fracasado (en su) primer matrimonio" y de haberse divorciado.


En el transcurso de los debates televisados que lo opusieron a sus rivales demócratas, sobre todo frente a Clinton, Obama mostró que podía probar pugnacidad. Evitó la mirada de su rival y las cámaras lo sorprendieron frecuentemente arqueando las cejas.


El 21 de enero, durante un debate particularmente intenso en Carolina del Norte (sureste) en el cual participaba también John Edwards, el tono se volvió rápidamente agrio.


Criticado por Clinton por un comentario en el que alababa la habilidad política de Ronald Reagan, Obama no dudó en replicar que peleaba contra la política de los republicanos en una época donde ella era "abogada de negocios ocupando un escaño en la dirección de Walmart".


La forma de derrotar a McCain, explicó entonces, no consiste en ser "como él". "Tiene que ser alguien que aporte un gran contraste".


Por su parte, el senador por Arizona probó que era un rival tenaz.
Durante el último debate televisado republicano, el 30 de enero en California (oeste), Mitt Romney fue afectado por la ira de McCain. Indignado, el ex gobernador por Massachusetts no tuvo miedo de afirmar que su rival era maestro en el arte de "los golpes bajos".


"¿Por qué no me cita completamente, senador (McCain), por qué insiste en no utilizar la cita completa? No es lo que dije", se había indignado Romney porque el senador por Arizona utilizaba citas incompletas para criticarlo. Pero, a lo largo del debate, McCain siguió firme en sus posiciones, repitiendo las mismas acusaciones.

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