Este miércoles se desarrollará el último debate televisivoentre Obama y Mc Cain antes de las elecciones del 4 de noviembre

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Los postulantes a la Presidencia de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, se verán las caras por última vez antes de la votación del 4 de noviembre, en un debate televisivo este miércoles en Hempstead, Nueva York, con la crisis económica como telón de fondo.


El debate, que comenzará pasadas las 22 horas de Uruguay, en la Universidad de Hofstra, será dedicado exclusivamente a temas de política interna, un área en la que las encuestas favorecen a Obama pero que, por ello, ofrece a McCain la posibilidad de pelear para acortar diferencias en los sondeos.


El evento tendrá lugar a la sombra del anuncio formulado en la madrugada del miércoles por la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco (California, sureste), Janet Yellen, de que Estados Unidos "parece estar en recesión", y en medio de un terremoto financiero mundial (ver nota aparte)


McCain se ha visto notoriamente perjudicado en sus ambiciones electorales por la crisis económica y por la impopularidad del presidente republicano George W. Bush.


El demócrata, senador por Illinois (norte) de 47 años, adelanta claramente en las encuestas al veterano senador por Arizona (sur) de 72 años, cuando faltan apenas 20 días para los comicios.


Así, en la última encuesta nacional divulgada el martes, Obama tenía 14 puntos de ventaja sobre su rival republicano (53% contra 39% en la intención de voto), según el estudio para el diario The New York Times y la cadena televisiva CBS.


Otro sondeo, del cotidiano Los Angeles Times y la consultora Bloomberg, daba el martes nueve puntos de ventaja a Obama sobre McCain (50% contra 41%), también en todo Estados Unidos.


El lunes, Obama obtenía 53% de intención de voto contra 43% para McCain, según otro sondeo, de la cadena televisiva ABC News y el diario The Washington Post, cuyos autores señalaron que ningún candidato se recuperó de esa distancia a estas alturas de la contienda desde 1936.


Con las matemáticas en su contra, se espera que McCain plantee en este tercer debate una postura más dura hacia su contrincante. Ambos intentarán convencer a los estadounidenses de que sus propuestas para sacar a Estados Unidos de la peor crisis económica desde los años de 1930 son las mejores.


El martes, los dos candidatos elogiaron la decisión del gobierno de Bush de comprar acciones en instituciones financieras por valor de US$ 250.000 millones, considerando la iniciativa como un mal necesario.


McCain, cuya campaña ha perdido fuerza y ha recibido críticas desde filas republicanas, encuentra en este debate la posibilidad de acortar terreno.


McCain "le va a hablar directamente al pueblo estadounidense" de sus planes "para sacar el país hacia adelante", y una vez más pondrá énfasis en "su experiencia y liderazgo", dijo a la AFP Hessy Fernández, portavoz del candidato republicano.


"La encuesta que verdaderamente cuenta es la del 4 de noviembre", manifestó Fernández en reacción a los números de los sondeos. "Los analistas han matado su campaña (de McCain) un par de veces, la prensa igual", pero el legislador "es un luchador", esgrimió.


"Obama hace muchas promesas y no tiene un plan concreto", sostuvo Fernández.

Del lado de Obama, se espera que el candidato continúe con su estrategia de asimilar a McCain con Bush, comparando las ideas de campaña del republicano con las políticas del actual gobierno, en momentos en que el presidente tiene apenas 23% de aprobación a su gestión.

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