Las bolsas europeas se recuperaban ligeramente el viernes tras registrar fuertes retrocesos el jueves

Las bolsas europeas se recuperaban ligeramente el viernes tras registrar fuertes retrocesos el jueves, pero los inversores siguen nerviosos, tironeados entre las medidas de estímulo financiero y las malas noticias económicas.


Las principales bolsas europeas, que por la mañana registraron alzas superiores al 4%, reducían sus ganancias a media sesión.


"La volatilidad es increíble", constató Lindsay Piegza, analista de FTN Financial en Nueva York. "Es el reflejo del humor de los inversores. Por una parte, tenemos una cantidad de datos (económicos) muy decepcionantes y, por otra, recibimos inyecciones de ptimismo del gobierno y de la Fed que se comprometen a respaldar a la economía pase lo que pase", agregó.


El nerviosismo también se apoderaba del mercado petrolero, ya que los precios del crudo han perdido más de 50% en tres meses.


La OPEP adelantó en tres semanas la fecha de una reunión de emergencia, que tendrá lugar finalmente el viernes 24 de octubre en Viena.


El cartel podría recortar su producción en un millón de barriles por día (b/d) a fin de sostener los precios frente a la perspectiva de un derrumbe de la demanda, indicó Qatar, uno de los 12 países que integran el cartel.


"Ver cómo la OPEP entra en pánico es por sí mismo un elemento muy bajista", subrayó Dave Ernsberger, de Platts en Singapur. "Es verdaderamente una señal de que hay algo que no cuadra en el mercado", añadió.


El barril de crudo Brent del mar del Norte cayó en Londres hasta los US$ 65,45 durante la sesión del jueves, su peor nivel en más de un año. El barril de West Texas Intermediate (WTI) cayó el jueves hasta los US$ 68,57 en Nueva York.


Pero los precios se recuperaban el viernes debido a la expectativa de que la OPEP reduzca su oferta la semana próxima. El WTI subía a US$ 70,99 en intercambios electrónicos, mientras el Brent progresaba a US$ 68,59 el barril.


En Asia, el índice Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio terminó la sesión con un alza de 2,78%, tras haberse desplomado un 11,41% el jueves.


Los principales mercados mundiales han perdido un 40% de su valor desde comienzos del año. Fragilizados por los temores a una recesión mundial, también sufren por las ventas masivas de fondos especulativos ("hedge funds") en dificultades, que buscan dinero fresco.


Al mismo tiempo, se acumulan las malas noticias sobre la economía.


Italia registró una baja de 5,2% de los pedidos industriales en agosto, que hace temer la entrada en recesión del país. La patronal italiana ya espera una contracción de la economía de 0,2% en todo el 2008.


Alemania ya revisó a la baja su previsión de crecimiento en 2009 a 0,2% en lugar de 1,2%, a su más bajo nivel desde 2003, mientras Irlanda ya entró en recesión.


Las nubes se acumulan sobre Estados Unidos, donde la producción industrial, que retrocedió 2,8% en setiembre, registró su más fuerte baja desde diciembre de 1974.


Según el diario The Wall Street Journal, la Reserva Federal (Fed) estudia la posibilidad de bajar aún más sus tasas de interés para estimular la economía gracias a una desaceleración de la inflación.


Tras un plan de rescate bancario de 2 billones de euros, los gobiernos europeos anunciaron el jueves su voluntad de actuar para reactivar la economía, al borde de la recesión, pero no prevén un programa de reactivación generalizado.


La Unión Europea (UE) intenta convencer a Washington de celebrar en noviembre una cumbre que asocie al G8 -Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Francia y Rusia- y a las grandes economías emergentes, a imagen de la conferencia de Bretton Woods en 1944 que creó un nuevo orden financiero mundial.


La cuestión será abordada el sábado durante un encuentro en Camp David (Maryland) entre el presidente estadounidense George W. Bush, su homólogo francés Nicolas Sarkozy -presidente en ejercicio de la UE- y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.


La Casa Blanca ha aprobado la idea en principio, pero el calendario electoral estadounidense no es propicio, con la elección presidencial fijada para el 4 de noviembre.