Christian Lacroix también encuentra en las flores su inspiración para su colección de primavera-verano 2008.
Así, mil y una flores se prenden aquí y allá para adornar sus ya en principio barrocos conjuntos que, incluso, debido a la técnica del drapeado, parecen convertir las prendas en pétalos. Y es que, una vez más, el diseñador francés apuesta por la opulencia que queda patente en prendas de formas ‘XXL’, ricos bordados, medias con vivos dibujos, profusión de piezas de joyería –grandes pendientes, collares de coral, enormes brazaletes...-, llamativos estampados, sobre todo, de rayas y lunares. No obstante, también deleitó con conjuntos mucho más comedidos, como el que lució la modelo Georgina Stojiljkovic: falda con vuelo a medio muslo y en tono blanco roto a juego con chaqueta sobre camiseta de rayas marineras.
Sin embargo, si Lacroix sigue siendo un ejemplo de barroquismo dentro de la Alta Costura, la firma Givenchy es todo lo contrario. Sobrias e, incluso, muy siniestras se presentan sus nuevas propuestas. En ellas, la mezcla de estampados y colores no tiene cabida. Todo lo contrario, triunfan los conjuntos en ‘total look’ y lisos. Eso sí, su maestría se percibe en el trabajo de los tejidos que, en esta ocasión, se mezclan con cristal, piel y flecos al tono para no caer en una sencillez austera. Y, como detalle curioso, las pasarela estaba cubierta de pétalos. Sin duda, se están viviendo un ‘Haute Couture’ de lo más primaveral
Así, mil y una flores se prenden aquí y allá para adornar sus ya en principio barrocos conjuntos que, incluso, debido a la técnica del drapeado, parecen convertir las prendas en pétalos. Y es que, una vez más, el diseñador francés apuesta por la opulencia que queda patente en prendas de formas ‘XXL’, ricos bordados, medias con vivos dibujos, profusión de piezas de joyería –grandes pendientes, collares de coral, enormes brazaletes...-, llamativos estampados, sobre todo, de rayas y lunares. No obstante, también deleitó con conjuntos mucho más comedidos, como el que lució la modelo Georgina Stojiljkovic: falda con vuelo a medio muslo y en tono blanco roto a juego con chaqueta sobre camiseta de rayas marineras.
Sin embargo, si Lacroix sigue siendo un ejemplo de barroquismo dentro de la Alta Costura, la firma Givenchy es todo lo contrario. Sobrias e, incluso, muy siniestras se presentan sus nuevas propuestas. En ellas, la mezcla de estampados y colores no tiene cabida. Todo lo contrario, triunfan los conjuntos en ‘total look’ y lisos. Eso sí, su maestría se percibe en el trabajo de los tejidos que, en esta ocasión, se mezclan con cristal, piel y flecos al tono para no caer en una sencillez austera. Y, como detalle curioso, las pasarela estaba cubierta de pétalos. Sin duda, se están viviendo un ‘Haute Couture’ de lo más primaveral
0 comentarios:
Publicar un comentario