Benicio del Toro dijo que el Che “tenía que estar en el cine”

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La historia del guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara "tiene que estar en el cine así como la de otros muchos latinoamericanos", dijo el martes el actor Benicio del Toro en la presentación de su película "Che: Guerrilla", que se estrenará el 17 de febrero en España.

"Che: Guerrilla", segunda y última parte de la vida del Che dirigida por Steven Soderbergh es el resultado de siete años de trabajo, precisó el actor portorriqueño, quien confía en que su película llegue al público norteamericano.

"La primera película fue poco promocionada en Estados Unidos, por eso dije que se tendría que pasar allí, para ayudar a la propaganda", añadió tras agradecer a su colega Sean Penn por haber ayudado en la promoción del filme en Estados Unidos.

Del Toro acaba de recibir el premio Goya al Mejor actor por su interpretación en "Che, el argentino", primera parte sobre el revolucionario, por la cual también recibió el galardón de mejor actor en el festival de Cannes de 2008.

"Che: guerrilla" empieza con el Che en lo más alto de su popularidad y poder tras la Revolución cubana, cuando pronuncia un vehemente discurso en las Naciones Unidas, reafirmando su compromiso con la lucha del Tercer Mundo contra el imperialismo de Estados Unidos.

El guerrillero argentino reaparece luego de incógnito en Bolivia, irreconocible y realizando operaciones encubiertas, y organiza un grupo con un puñado de cubanos y reclutas bolivianos para iniciar "la gran revolución latinoamericana".

La película muestra cómo el Che y su gente se quedan solos, abandonados por quienes debían darles apoyo estratégico en Bolivia, fracasa y muere.

Distendido, casi todo el tiempo sonriente, con una gorra en la cabeza y cierto aire de resignación ante el trabajo de la promoción de la película, Benicio del Toro explicó que el filme "estudia la historia de un país, la historia de un hombre" e insistió en que "quizás influya para hacer otras películas sobre personajes latinoamericanos".

Los otros actores presentes, como Carlos Bardem y Oscar Jaenada, coincidieron en que la experiencia los acercó no sólo a los latinoamericanos, sino también a la vida y a los problemas de sus países.
"Fue como una torre de Babel. Fue divertido y muy enriquecedor. Por la noche a veces jugábamos al dominó, cada uno hablaba de su país y así en mi caso pude entender más, porque se contaban las propias experiencias", dijo Jaenada.

Soderbergh da una visión romántica del Che en esta segunda película, a la que Carlos Bardem calificó de "poema visual" y dijo que "es más delicada que la primera, más cariñosa con el personaje".

Del Toro y los otros actores contaron haber recibido "entrenamiento militar" para adaptarse a la selva y moverse como lo hacían los guerrilleros.

El guionista Peter Buchman dijo que "Benicio estuvo íntimamente relacionado con el desarrollo del guión desde el principio".

Buchman nunca estuvo en Bolivia y reunió la información y el trasfondo a partir de los diarios del Che, y de Benicio y de la productora Laura Bickford, que estuvieron en el país sudamericano haciendo entrevistas.

"Me he acercado mucho a Latinoamérica" dijo Del Toro.

"No se puede descubrir (en una película) toda la vida del Che. (...) Quizás en un documental sí, pero primero hay que conocer muy bien al personaje", añadió.
En este caso, continuó Del Toro, "más que intentar interpretar al personaje, intenté entenderlo".


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