La crisis lleg

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Mientras que el año pasado se filmaron 15 grandes películas en las calles de la ciudad, en 2009 sólo hay cinco proyectos de los estudios en agenda.

Incluso superestrellas como Julia Roberts, Russell Crowe y Nicolas Cage tienen que ajustarse el cinturón. "Los tiempos en que los famosos obtenían lo que querían han quedado atrás", opina Eric Gold, productor y manager de artistas como Jim Carrey y Ellen DeGeneres.

"Da igual lo requerido que seas en Hollywood, si los números no cierran, ya no marcha", dijo hace poco al diario The Wall Street Journal.

Se trata de lucrativos contratos según los cuales las estrellas más importantes sacan ganancias de cada dólar que la película recaude en la taquilla incluso antes de que ésta consiga beneficios.

Así, Eddy Murphy obtuvo por Meet Dave unos 20 millones de dólares pese a que la comedia no cubrió sus costes y el estudio tuvo pérdidas.

Empresas como Paramount y Universal han eliminado esas prácticas. Por eso, Harrison Ford, en el rodaje de Morning Glory, y Russell Crowe, en el nuevo filme sobre Robin Hood, por ejemplo, tienen que conformarse con un acuerdo de Back End, es decir que se les da dinero sólo cuando la cinta empiece a tener ganancias y el estudio ha cubierto sus costes.

Entre las pocas compañías en auge está Central Casting, en la que los que buscan empleo hacen cola imitando a Brad Pitt, Eva Longoria y Ava Gardner, que consiguieron aquí sus primeros papeles. Cuando hay crisis hay más movimiento, afirmó el jefe de la empresa creada en 1926, Allen Kennamer.

Cada semana hay unos 300 nuevos aspirantes.

También las exitosas series norteamericanas se ven afectadas por los obligados recortes, entre ellas, Mujeres Desesperadas, que a la brevedad matará a una de sus protagonistas para ahorrarse 200 mil dólares por capítulo.

La actriz Nicollette Sheridan, que da vida a la seductora Edie Britt, sufrirá un accidente de tráfico de trágicas consecuencias.

Cherry comentó que desde la emisora ABC le habían presionado para tomar esta medida y se decidió por Sheridan, porque considera que su historia se había acabado de todas formas.

La crissi no es negativa para los agentes inmobiliarios, que en estos tiempos están atareados buscando compradores para las mansiones de varias estrellas. Ninguno de ellos reconoce problemas financieros como la causa de la venta, pero los rumores corren.

Diane Keaton busca un rico habitante para su villa en Beverly Hills que pague 12 millones de dólares.

Leonardo DiCaprio pide nueve millones de dólares por su residencia en Malibú con vistas al Pacífico, y Ashton Kutcher vende su vivienda de soltero en Beverly Hills por casi cuatro millones de dólares.

Sólo Nicolas Cage, que acaba de vender su castillo en Baviera, admite "estrecheces". "Debido a la difícil situación económica lamentablemente ya no me lo puedo permitir", dijo al periódico The Daily Mail. Pese a ello se puede consolar con su otro castillo, ubicado cerca de la ciudad inglesa de Bath.

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