El príncipe Guillermo y la duquesa de Cambridge ya son marido y mujer

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Ya son marido y mujer. Han descansado un poco tras hacer el recorrido por las calles de Londres y, frente una multitud enfervorecida y ansiosa, han salido al balcón del palacio. Todas las miradas, como ha ocurrido durante todo el día, están puestas en ellos, esperan su primer beso.



Ellos salen primero, sin dejar de sonreir y saludar a la multitud que grita y les pide un beso. Llega el momento. Un rápido beso, casi tímido, que desata la locura. Con ellos en el balcón, la reina Isabel, los padres de Catherine, el príncipe Harry y Pippa Middleton. Estos últimos no paran de hacerse comentarios, seguro que explican lo que han sentido durante la ceremonia, mientras Camilla juega con la pequeña Eliza, su nieta, que ha sido una de las "damitas" de honor. Los pequeños pajes comentan con Guillermo la exhibición aérea que sobrevuela el palacio antes de que este se concentre de nuevo en su ya esposa. El segundo beso se hace esperar un poco, la pareja parecía pensárselo pero se lo ha dado. La pareja es feliz y se nota.

Después de la ceremonia se encontraron con los cientos de londinenses y turistas que abarrotan las calles de la capital con la esperanza de verles aunque sea durante un segundo. Todo el calor y el cariño que, el ya matrimonio, agradeció en las páginas del programa de la boda real, lo sintieron en directo.





Aunque el cielo amenazaba lluvia, quisieron tener el detalle de estar lo más cerca posible de quienes se han volcado estos días y les han mandado mensajes y felicitaciones. Por eso se subieron en el carruaje 1902 State Landau, descubierto, para hacer el recorrido que incluyó Parliament Square, Whitehall, Horse Guards Parade y el Mall. La gente gritaba y vitoreaba a los novios, silbidos, enhorabuenas, el ruido es ensordecedor y cientos de banderas se agitan... ellos correspondieron sonrientes y emocionados saludando con la mano. Al subir a esta carroza seguro que el príncipe no pudo evitar recordar que fue la misma en la que su madre, Diana de Gales, hizo su primer paseo como recién casada en 1981. Desde su construcción en 1902 para la coronación del rey Eduardo VII, ha sido utilizada en numerosas ocasiones por la reina Isabel II y también por los duques de York, que la usaron en su tour como recién casados en 1986.





El cortejo de los novios estuvo escoltado por sendos escuadrones de la Caballería real y formado por otros cuatro coches de caballos. En los dos siguientes carruajes, Ascot Landau, viajaban el padrino, el príncipe Harry, la dama de honor y el cortejo nupcial. Les seguía un Landau semi-State con la reina y el duque de Edimburgo y por último, un Landau semi-State que llevaba al príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles y los padres de Catherine. Todos ellos sentieron en primera persona la cercanía de la gente que lleva días enteros haciendo guardia en la calle para coger un sitio privilegiado.

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