Google : un futuro misterioso

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Larry Page asumió este lunes como CEO de la empresa, en momentos en que los dispositivos móviles y las redes sociales están redefiniendo los negocios relativos a Internet





Page está otra vez a cargo de Google, la compañía que fundó hace una década. Y si bien algunos inversores están inquietos acerca de sus credenciales corporativas, esperan que traiga nueva vida al gigante de las búsquedas en internet.



Page tomó las riendas el lunes tras una década de "supervisión adulta" de Google por parte de Eric Schmit, como el saliente presidente ejecutivo denominó su etapa al frente de la compañía. El cambio se produce en momentos en que los dispositivos móviles están redefiniendo la forma en que las personas utilizan internet, y el negocio clave de anuncios de Google está amenazado por florecientes jugadores online como Facebook y Groupon.



Page, que como estudiante graduado se unió a Sergey Brin para crear el algoritmo que lanzó al motor de búsquedas de Google al estrellato en la red, tiene aún que hacer publico su plan de batalla. Pero los conocedores de la industria y los analistas estiman que intentará apuntalar la fortaleza de Google como buscador y en telefonía móvil, al tiempo que irrumpirá en el mercado de redes sociales, que vive un boom al que la compañía no ha llegado a integrarse.



En los tres meses desde que se anunció que Schmidt dejaría su puesto como presidente ejecutivo, Page no ahorró tiempo para tomar mayor control de la compañía y deshacerse de algunas de las capas de burocracia, de acuerdo a un ejecutivo de Google que solicitó el anonimato debido a que no estaba autorizado a hablar sobre temas internos.



Para algunos, sin embargo, aún no está claro si Page logrará ganar nuevamente el apoyo de los inversores y accionistas para revitalizar las acciones de la compañía y frenar un éxodo de talentos a empresas más pequeñas, que los seducen con opciones de acciones antes de una OPI.



El valor de las acciones de Google ha disminuido más de un 6 por ciento desde que se anunció el nombramiento del nuevo presidente ejecutivo en enero. Pese a que Page y Brin fueron altos directivos bajo el liderazgo de Schmidt, Eric Jackson, socio gerente de Ironfire Capital, dijo que Page, cuyo desdén por las relaciones públicas y el marketing fue detallado en el libro de Ken Auletta Googled, podría causar nerviosismo entre los inversores. "En los primeros grandes eventos públicos que realice, ya sea un informe de ganancias o una conferencia con banqueros de inversión, habrá un enorme interés inmediato en ver cómo responde, y yo creo que va a decepcionar", señaló.



Al igual que Jerry Yang, fundador de Yahoo, cuya permanencia como presidente ejecutivo en el 2007 y 2008, trajo una extraordinaria reacción adversa de los inversores, Page podría no estar cómodo como la cara de Google, dijo Jackson. "Probablemente subestime la importancia de ese aspecto del rol público y de estar conectado con el público y los accionistas", afirmó.



Uno de los interrogantes claves de la era de Page, según escribió el lunes en una nota el analista de BGC Partners Colins Gilis, es si cumplir con las expectativas de ganancias de los analistas dejará de ser una prioridad. "La compañía puede estar volviendo a una mentalidad donde las inversiones tienen prioridad por sobre las ganancias", escribió Gillis



De acuerdo a quienes conocen al cofundador de Google de 38 años, la era de Page no se mediría en términos medios. "Yo siempre digo a mi equipo: nunca podrán aventajar a Larry", señaló Dave Girouard, a cargo del negocio empresarial de Google, poco después del anuncio del cambio de presidente ejecutivo.



En los últimos meses, el sello de Page ya ha quedado claro dentro de la empresa. Entre las primeras cosas que ha reorganizado está la forma en que se realizan las reuniones internas y cómo se toman las decisiones, explicó la fuente de Google. "Es parte de una tesis más grande del hagamos esto más rápido, muévanse más rápidamente y hagan apuestas más grandes", destacó.



El ejecutivo espera ahora que Page examine minuciosamente a los muchos proyectos en marcha en Google, apostando a aquellos que parecen más prometedores y desentendiéndose de los otros.



Con más de 24 mil empleados, Google ha utilizado sus vastos recursos para expandirse en varios mercados mas allá de la búsqueda en internet, apostando en productos de telefonía y televisión, software de productividad online e inclusive libros electrónicos.



El software Android de Google se ha convertido en el principal sistema operativo de los teléfonos inteligentes tras apenas tres años en el mercado, pero muchos otros proyectos continúan en desarrollo. Algunos, como el infame vehículo auto manejable y el plan de unirse a red de electricidad generada por energía eólica en alta mar de 5.000 millones de dólares han sido tildados de excesos extravagantes o sueños imposibles.



Pero el dominio de la compañía en búsqueda está invitando a un mayor escrutinio de los entes reguladores, que es una de las razones por las cuales las acciones de Google tuvieron un rendimiento inferior al mercado en el 2010.



Los inversores se han preocupado por la creciente competencia de los sitios de redes sociales y la decisión de la compañía de retirarse parcialmente de China.



Si bien Page es ampliamente respetado por su habilidad tecnológica y por su visión, queda por verse cómo habrá de adaptarse a las tareas diarias de dirigir a un negocio gigante sustentado en publicidad. "Su enfoque tiende a estar sobre la experiencia del usuario final", señaló Paul Buchheit, un ex ingeniero de Google que creó el Gmail y ahora es socio en la incipiente empresa de capital privado Y Combinator.



Buchheit elogió la afición de Page por apostar a grandes ideas que pueden producir productos, pero dijo que algunas partes del negocio podrían recibir menos atención del nuevo presidente ejecutivo. "En términos de dirigir la organización de ventas, puedo imaginarme que esa no es su prioridad", dijo.

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