Viajar por la costa del Mar Báltico

Costa Mar Báltico En la región de

todo funciona a otro ritmo. Hay castillos románticos, pueblecitos medievales a orillas del Rin, caminos para los amantes del senderismo y la bicicleta, volcanes durmientes, ciudades llenas de vitalidad, extensas colinas de viñedos, montañas y valles fluviales y, sobre todo, mucho vino. Después de probar todos estos encantos llega el momento de descansar, y en esta región el reposo tiene nombre propio. Se llama 'Ich Zeit' (tiempo para mí), una marca de calidad que representa una era moderna del pensamiento wellness y toda una filosofía basada en tres pilares: ralentización, bienestar y wellness médico. Si lo que prefieres es descubrir el bienestar en la costa alemana del Mar Báltico, no te quedes sin probar una cura con algas o un masaje con la tiza curativa de Rüguen. Son dos de los tratamientos de talasoterapia en los que los hoteles wellness de esta zona se han especializado, a base de agua marina y productos de la región. Después habrá tiempo para ir en busca de calma en los idílicos paisajes nórdicos, para practicar todas tipo de actividades deportivas junto al mar o incluso derretirse con la riqueza culinaria de los frutos del Báltico. Y también están la Baja Sajonia y, sobre todo, el estado de Hesse, con sus tradicionales ciudades balnearios de fama internacional, como la elegante Wiesbaden, conocida popularmente como “la Niza del Norte”, donde sentir los efectos curativos de las 26 aguas termales en una amplia gama de hospitales y clínicas especializadas en el tratamiento de enfermedades. Wellness Baviera Distinguidos con el sello de calidad ‘balnearios wellness’, en Alemania hay más de 350 centros, hotelesy baños termales que se esmeran en la salud de sus clientes. De ellos más de 30 ofrecen especiales experiencias wellness, donde un competente equipo de médicos, terapeutas y entrenadores son los encargados de armonizar cuerpo, espíritu y alma gracias al movimiento, la alimentación, la relajación, la comunicación y la revitalización. Y además, disfrutar del deporte y otras experiencias en la naturaleza. La relajante escapada también es una excelente oportunidad para comer sano, que está de moda, y emprender un viaje de descubrimiento gastronómico que te haga disfrutar de la variedad de la cocina alemana, que lo es tanto como los paisajes de los que proceden sus ingredientes: el pescado del norte, la fruta del Altes Land, las bolas de patata del este, el asado adobado del área del Rin, o la pasta al huevo y los platos derivados de la harina en el sur y, sobre todo, los vinos, donde sus trece zonas vitivinícolas posee cada una su propia cultura y tradición.