La Mostra de Venecia la inauguran los hermanos Cohen con su último trabajo Burn after reading,

|


El director del Festival de Venecia, Marco Mueller, frente al Palacio del Cine

Todo está preparado para extender la alfombra roja de la 65 edición de La Mostra de Venecia, en la que del 27 de agosto al 6 de septiembre se proyectarán 3.689 películas. Sólo 21 de esas cintas competirán por el prestigioso León de Oro, ninguna de ellas española, como viene siendo habitual en el certamen veneciano.

La muestra la inauguran los hermanos Cohen, Ethan y Joel, con su último trabajo Burn after reading, que está fuera de concurso pero lleva a Venecia a algunos de los actores más glamurosos: George Clloney, Jonh Malkovich, Tilda Swinton y Brad Pitt, que ya se ha dejado ver por la ciudad de los canales. A estas estrellas les seguirán días más tarde Charlize Theron y Kim Basinger, actrices principales en The burning plan, que sí compite en la sección oficial.

Es precisamente esta última cinta, The burning plan, una de las que despierta mayor interés por suponer el debut como director del mexicano Gillermo Arriaga, ya consagrado como guionista de la trilogía que catapultó a su compatriota Alejandro González Iñarritu: Amores perros (2000), 21 gramos (2003) y Babel (2006).

Junto al mexicano debutante en las labores de dirección, un maestro consagrado, el japonés Takeshi Kitano, aspira a lograr su segundo León de Oro con Akires to kame (Aquiles y la Tortuga). Además de director, Kitano será el protagonista de su filme, bajo el apodo de Beat Takeshi, al igual que hizo con Hana-bi (Flores de fuego), con la que ya ganó el León de Oro en 1997.

El cine asiático busca repetir

Como es habitual, el cine asiático tendrá una atención especial en el festival, pues no en vano se ha llevado el máximo galardón en los últimos años con Se, Jie (Lujuria, peligro), del taiwanés, Ang Lee, en 2007, y Still life, del chino JIA Zhangke, en 2006.

Además del filme de Kitano, otros tres largometrajes asiáticos están en competición, las cintas japonesas de animación Gake no ue no Ponyo, de Hayao Miyazaki, y The Sky Crawlers, de su compatriota Mamoru Oshii, y la coproducción de China, Brasil y Japón, Dangkou, de Yu Lik-wai.

Entre los aspirantes al León dorado también figura el estadounidense Darren Aronofsky, con su obra The Wrestler, en la que participa el atípico Mickey Rourke, junto con las actrices Marisa Tomei y Evan Rachel Wood. La apuesta estadounidense en concurso se completa con Hurt Locker, de Kathryn Bigelow, con Ralph Fiennes y Guy Pearce; Rachel getting married, de Jonathan Demme, con Anne Hathaway y Debra Winger; y Vegas: Based on True Story, de Amir Naderi, con Mark Greenfield y Nancy La Scala.

Italia presenta cuatro títulos en concurso con los que intenta reanimar su presencia en el cine internacional y su lánguida industria cinematográfica: Un giorno perfetto, del director de origen turco, Ferzan Ozpetek; Il seme della discordia, de Pappi Corsicato; Il papa de Giovanna, de Puppi Avati; y Birthwatchers, del italo-chileno Marco Bechis.

Los franceses Patrick Mario Bernard y Pierre Trivedic, por su parte, intentarán llevarse el mayor reconocimiento del festival con L'Autre; aunque para ello tendrán que competir, además de con todos los anteriores, con las películas galas Inju, la bete dans l'ombre, de Barbet Schroeder; y Teza, de Haile Gerima.

Otros aspirantes son el ruso Aleksey German con Bumaznyj soldat; el turco Semih Kaplanoglu con Süt; el alemán Christian Petzold con Jerichow; su compatriota Werner Schroeter, con Nuit de chien; y el argelino Tariq Teguia, con Gabbla.

La decisión de cuál es la mejor película corresponderá a un jurado que este año preside el director alemán Wim Wenders y compone el honkonguense Johnnie To, el estadounidense John Landis, la argentina Lucrecia Martel, el escocés Douglas Gordon, la italiana Valeria Golino y el ruso Juriy Arabov.

Una edición más chovinista

Esta Mostra será menos hollywoodiense y más chovinista, con la inclusión de 20 cintas italianas, cuatro de ellas en competición, a pesar de que el cine nacional lleva años en horas bajas. Un chovinismo en parte reflejo del repliegue que Italia vive sobre sí misma desde hace tiempo.

Después de Italia, los países más representados son Estados Unidos, con diez películas, cinco de ellas en competición, y Francia, también con diez, de las que dos están en concurso.

Como ya es habitual, el cine español y el latinoamericano siguen siendo los grandes ausentes del festival, una carencia que su director, Marco Müller, justificó recientemente en el hecho de que en Cannes fueron presentados muchos de los filmes allí producidos, por no mencionar que en San Sebastián competirán más de una quincena.

Aún así podrán verse dos proyectos con participación española, el largometraje 35 Rhums y el cortometraje Heshang aiqing (Cry me a river), ambas fuera de concurso y dos películas mexicanas, Voy a explotar, de Gerardo Naranjo, y Los Herederos, de Eugenio Polgovsky.

Sin embargo, una pieza inquietante y atípica del cine español, la olvidada Vida en sombras (1948), de Lorenzo Llobet Gràcia, será recuperada por la Mostra junto con el documental Bajo el signo de las sombras, de Ferrán Alberich, que muestra el peculiar proceso de creación de la película. Vida en sombras, protagonizada por Fernando Fernán Gómez y María Dolores Pradera, fue calificada por su director como una cinta autobiográfica y, en ella, se mezcla la fascinación por el séptimo arte y la Guerra Civil española a través de la atmósfera onírica creada por su director.

Además, el actor Sergi López continúa con su carrera internacional con la película francesa Parc, de Arnaud des Pallières, que se incluye en la sección Orizzonti y en la que comparte protagonismo con Jean Marc Barr.

Dedicatoria al egipcio Yusef Chaine

La 65 edición de la Mostra estará dedicada al director egipcio Yusef Chahine, uno de los directores más populares del mundo árabe, que murió en julio pasado a los 82 años.

Chahine, que firmó su obra maestra Bab il hadid (Cairo Station) en 1958, presentó su último trabajo, Heya Fawda, en Venecia el año pasado, una película costumbrista que mostró en el festival otros mundos más allá de las preocupaciones occidentales.

En total, once días de curso cinematográfico, que tendrá su continuación en los festivales de Toronto (Canadá) y San Sebastián (España) antes de tomarse un descanso con el recreo de la Fiesta Internacional de Roma.


0 comentarios:

Entradas populares