Semana de la Moda de Milán para 2009; en las pasarelas se descartaron los escotes atrevidos en busca de seducir con la ligereza de tejidos

|

La Semana de la Moda Femenina de Milán desterró los escotes atrevidos para el 2009 y prefirió enaltecer la elegancia clásica, que esconde más de lo que muestra y busca seducir con la ligereza de los tejidos, el movimiento y los colores.


Sin volver a proponer el estilo romántico de "las jóvenes en flor", o la muñeca inocente y sabia, la mujer del próximo verano emplea armas de seducción mucho más sofisticadas y perspicaces y abandona la ostentación de la carne.


En cambio del seno pronunciado, los modistos esta vez destapan los hombros y las espaldas. Es el caso de la casa Ferragamo, cuyas prendas sobrias se abren por detrás dejando entrever la parte posterior del cuerpo hasta más abajo de la cintura o simplemente cubre la espalda con un único tirante.


Los trajes de fiesta de Donatella Versace realzan también el dorso así como aquellos de Antonio Marras, quien creó múltiples combinaciones de aperturas y diseñó trajes ampliamente descubiertos.


Desde luego, los modistos que desfilaron en las pasarelas milanesas del 20 al 27 de septiembre dejaron entrever los senos bajo camisas transparentes y no ahorraron esfuerzos para proponer pantaloncitos cortos, con cortes sumamente originales y a la vez elegantes, que no ofrecen ese aire de quien quiere simplemente mostrarse desnudo.


Para Max Mara los trajes de baño enteros son altos hasta el cuello y las chaquetas cruzadas de hombre son empleadas como un traje que esconde el cuerpo.


Dolce&Gabbana presentó prendas que se abrochan hasta arriba, mangas geométricas hechas con triángulos con ángulos puntiagudos, kimonos y pijamas barrocas.


La colección de Marni también salpica colores ácidos, con cortes rectos y llenos de rombos, rayas y cuadros.


La atmósfera tropical dominó en cambio en la nueva colección de Gucci, con divertidos trajes de colores fuertes, con chaquetas cortas y pantalones sueltos que se estrechan a la altura de la rodilla y se envuelven hasta los tobillos.


Los sombreros de ala ancha se combinan con sensuales minifaldas, pantalones cortos y chaquetas saharianas con un discreto estilo militar.
El gran modisto italiano Giorgio Armani viste a una mujer que conquistó ya el poder y no necesita más confirmarlo a través del traje algo masculino, dando rienda suelta al garbo y a la ternura femenina, como declaró el mismo Armani.


"He decidido desvestir a la mujer para darle más gracia", admitió el modisto, quien presentó una colección llena de velos, transparencias y ligereza.
Roberto Cavalli igualmente desvela el cuerpo de la mujer con transparencias, vestidos cortos ceñidos o largos vaporosos, todos hechos con tejidos innovadores.


La colección de Salvatore Ferragamo también es vaporosa, sus trajes parecen paracaídas suspendidos en al aire, los materiales caen plegando las vestiduras.


Los colores son coralinos, fucsias, verdes delicados, anaranjados, el caftán largo y las sandalias extremadamente altas para la noche constituyen la nueva elegancia de la casa milanesa.


Para la firma Gianfranco Ferré, la pareja de diseñadores Tommaso Aquilano y Roberto Rimondi, ofrecen una línea impecable, muy elogiada por la prensa especializada, por la maestría del corte y la combinación entre elegancia y personalidad.


Fendi ofreció refinadas variaciones del cinturón, mientras Miucci Prada admitió ante la prensa su voluntad de "partir de nuevo de cero", redescubrir "el origen de la moda", con una línea arrugada, de colores neutros, lograda a través de armaduras metálicas.


Después de Londres y París, la semana de la moda de Milán es uno de los certámenes más prestigiosos de esa industria.


Más de 90 modistos desfilaron por las pasarelas junto con Gianfranco Ferré, Emporio Armani, Roberto Cavalli, Moschino, Giorgio Armani, Missoni, Salvatore Ferragamo, Bottega Veneta, Prada y Etro, entre otros.

0 comentarios:

Entradas populares