Sarah Jessica Parker, se ha cansado ya de sus vestidos de corte clásico y ha decidido dar un giro a su imagen. Con una sonrisa de oreja a oreja, Sarah se presentó en apertura de la temporada de ballet en Nueva York con un precioso vestido negro engarzado con piedras sobre tul con un sugerente escote firmado por el diseñador francés Pierre Balmain. Pero no solo el vestido de 'Carrie' dejó boquiabiertos al resto de los invitados ya que la actriz adornó su vestimenta con un elaborado moño italiano altísimo y sus zapatos preferidos, unos stilettos metálicos de la colección de otoño-invierno 2008/2009 de Balenciaga.
1 comentarios:
está muy potente la moza
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